"Entonces,
Hannah aquí es donde empieza tu historia. El día que se fueron. A pesar de
conocer el viaje y a dónde nos lleva yo lo abrazo y recibo con gusto cada
momento. H-A-N-N-A-H. Al revés. H-A-N-N-A-H. Hannah."
Arrival
plantea el problema de la comunicación, pero lo hace en distintos niveles y
perspectivas. El primero es el que actúa como el gancho publicitario ¿Cómo
poder comunicarnos con extraterrestres? ¿Cómo poder entablar una relación dialéctica
y de reconocimiento entre seres completamente extraños? Sin un lenguaje en
común y donde la escritura como única posibilidad de afinidad comunicativa se
hace improbable ante la dificultad de comprender la lógica y la estructura base
de lo expuesto por los extraterrestres.
El
segundo, pero no menos importante es el problema de comunicación entre las
mismas culturas o naciones terrestres, puesto que ellas aparte de definir su
postura frente a “la llegada” extraterrestre, deben enfrentar la tensión entre
ellas. Cada cultura tiene una relación distinta frente a los alienígenas,
respecto a esto, los conocimientos engendrados de cada nación difieren entre sí. Ante la disyuntiva de qué
hacer con la información recabada: compartirla o reservarla; las naciones
entran en conflicto y el mundo se expone ante los extraterrestres desde esa
fragmentación y polémica.
En
una parte del relato, se hace necesaria la comprensión entre los Estados. No
obstante, la misma “historia del mundo” siendo altamente conocida no nos ha
juntado como terrestres. Es riesgoso y mucho más complejo comprenderse ante un
contexto totalmente desconocido como el que nos demuestra la película.
Un
tercer problema se presenta en la urgencia y capacidad de darle sentido a
aquello desconocido entre los mismos actores de una comunidad. Es clara la
divergencia inicial de ambos protagonistas Louise e Ian (en sus formas y fines)
y los mandos militares.
Un
cuarto y mucho más profundo problema es la tensión constante que carga consigo
Louise, al empezar a desarrollar una manera totalmente distinta de entender y
relacionarse con la realidad. Una nueva capacidad que le conlleva nuevos
conocimientos, pero también nuevos problemas existenciales, como lo es
definirse ante un “futuro” ya sabido, con acontecimientos marcados y heridas
profundas. Louise en ese sentido, debe concretamente hacerse cargo de su
futuro, pues lo tiene que asumir realmente como un destino que ella misma se
irá trazando a lo largo de su historia. Ocuparse de los problemas y las
consecuencias de decisiones aún no concretadas, pero si ya tomadas.
Por
último una posible lección que nos entrega la cinta de Denis Villeneuve, es que
ante los afanes, por una parte aventurarse
a lo desconocido del futuro y por otra la de intentar mantenerse en la zona de
confort de lo conocido o lo esperable (por eso es tan clara la preferencia y el
auge del esoterismo); puede que sea aún más complicado y valiente, no
arriesgarse a un futuro medianamente desconocido, sino decidirse a un futuro ya
determinado con sus dichas y desdichas totalmente definidas.
Título:
Arrival (La Llegada)
Director:
Denis Villeneuve.
Guion:
Eric Heisserer. Adaptación del relato corto "The Story of Your Life"
del escritor Ted Chiang.
Año:
2016.
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