En la segunda parte de la trilogía dirigida por
Christopher Nolan, la figura de Batman, el justiciero fuera de la ley, sigue en
cuestionamiento, mientras algunos delincuentes menores son más precavidos que
antes, ahora el crimen organizado está más preparado que nunca. De la
inspiración que quería Bruce Waye para la ciudad, surgen imitadores disfrazados
de Batman para contribuir al resguardo de la esta, pero al parecer son más un
estorbo que una ayuda. Lamentablemente todo lo pensado por el príncipe millonario
de Gotham es distorsionado por los habitantes y los criminales. Continuamos con
el dilema de la ley de causa y efecto, sobre qué generan las acciones del
Caballero de la noche y al parecer, sí que habrán efectos.
En la lucha contra el crimen se une al Teniente
Gordon (Gary Oldman) y Batman (Christian Bale) un nuevo personaje, uno carismático, empoderado, avalado por la
leyes, un fiscal con sus convicciones claras, una luz al final del túnel para
la ciudad, un héroe con las características justas y necesarias para encarcelar
a todos los villanos, este no es otro que Harvey Dent (Aaron Eckhart). Bruce Wayne cree en él y
se termina de convencer en una charla que entablan en un restaurante, en la
cual Bruce realiza una pregunta para analizar a Harvey…
Bruce Wayne: ¿Quién eligió a Batman
para que nos proteja?
A lo que Dent responde:
“Todos los que dejamos que la escoria de
adueñara de la ciudad.”
Harvey continúa apasionado, dando una charla
sobre la historia de los guardianes de las ciudades, lo importante que son y lo
agradecido que está con Batman, pero lamentablemente:
“O mueres siendo un héroe, o vives lo suficiente
para convertirte en villano.”
Una frase llena de historia, de interpretaciones
políticas o filosóficas.
La conversación llena de felicidad a Bruce y ve
en Harvey, la posibilidad de colgar la capa para siempre, además de ayudarlo
para que en el futuro tenga más poder y sea él el héroe que Gotham necesita.
Lamentablemente, la teatralidad de Batman
también inspiró a un nuevo personaje, el Joker (Heath Ledger) aparece con la cara maquillada,
una pintura de guerra o para un juego macabro por simple diversión, en la cual
Batman está invitado y el premio es la esperanza de Gotham, el caballero blanco
de la ciudad, Harvey Dent. Causa y efecto.
El nivel de presión que impone el Joker a la
ciudad completa y en especial a Harvey, Gordon y Batman es incontrolable.
Amenaza con asesinar al Alcalde, comisionado, jueces, policías, con hacer
explotar hospitales, a la ciudad completa, un poco de anarquía y terrorismo
para que la ciudad despierte o sólo por simple diversión. La presión a los
personajes involucrados en el juego es desesperante, en especial a Dent, quién
está a punto de desbordarse.
Ra’s al Ghul criticaba a Bruce por no hacer lo
necesario, los criminales prosperan por la indulgencia, el Joker hace lo
necesario para ganar el juego.
Tras la muerte de Rachel (Maggie Gyllenhaal), Dent pierde
completamente la cabeza (y la mitad del rostro), la transformación a Dos Caras
queda completada con su encuentro con el Joker y con el notable diálogo que
entablan, en una clase magistral de manipulación. Mientras el Joker daba su
jaque mate en el juego, Batman y Gordon intentaban salvar a una persona de ser
asesinada. Lo que demuestra la inteligencia del ganador.
“… En serio parezco alguien que planea, yo soy
como un perro que persigue autos, no sé qué haría si alcanzara uno… yo sólo
hago cosas, la policía tiene planes, la mafia tiene planes, Gordon tiene
planes… son conspiradores… ellos tratan de manejar todo en sus pequeños mundos…
yo sólo les muestro lo patético que son al intentar manejar esos mundos...”
Aquí es donde viene otra discusión más, a raíz
de los asesinatos de Dos Caras; Gordon y Batman, ven por perdido todo el
trabajo que dedicaron, todas las muertes habrán sido en vano, pero queda una
última esperanza, una necesaria para inspirar a la gente, no dejarse vencer,
unirse por la tragedia y combatir el crimen haciendo lo necesario, ahora viene
“La Mentira.”
En la escena final, Gordon y Batman deciden no
contar a nadie sobre los asesinatos de Harvey Dent, tampoco la pérdida de
cordura, porque si la sociedad se entera, todo lo construido hasta ahora se
desmoronaría, incluida la batalla contra el crimen. La mentira surge como
temática en la película y como opción, deciden responsabilizar de todo eso a
Batman, un ser éticamente cuestionable. Él tiene el poder suficiente para
soportar la responsabilidad de todo lo malo que sucedió, Batman toma el peso,
porque Gotham no necesita de un Caballero blanco, necesita un Caballero oscuro,
porque: “Mueres siendo un héroe o vives lo suficiente para convertirte en
villano.” Dent es el héroe y Batman el Villano.
Las consecuencias de todo lo anterior, continúan
con el final de la trilogía.
Bonus:
El diálogo del encuentro final entre el Joker y
Batman, donde este último piensa que todo acabó, cuando por fin lo atrapa, pero
el Joker le demuestra que el juego había terminado hace ya bastante tiempo.
Joker: no pudiste soltarme
¿verdad?, esto es lo que pasa cuando choca una fuerza imparable contra un
objeto inamovible, tú de verdad eres incorruptible verdad? No me vas a matar,
por un sentido equivocado de rectitud moral y yo no te mataré, porque eres
demasiado divertido, creo que tu y yo estamos destinados a hacer esto para
siempre.
Batman: Tú estarás en un
manicomio para siempre
Joker: Podríamos compartir un
cuarto… se está duplicando el ritmo al que los ciudadanos están enloqueciendo.
Batman: esta ciudad te acaba
de mostrar que está llena de gente dispuesta a creer en el bien.
Joker: Hasta que su espíritu
se quiebre completamente, hasta que vean al verdadero Harvey Dent, y todas las
cosas heroicas que ha hecho. ¿Creías que iba a jugarme el destino del alma de
la ciudad en una pelea contigo? No. Necesitas un as bajo la manga… el mío es
Harvey.
Batman: ¿Qué hiciste?
Joker: Tomé al caballero
andante de Gotham y lo bajé a nuestro nivel, no fue difícil... la locura, como
tú sabes, es como la gravedad, sólo necesitas un pequeño empujón.
Título:
The Dark Knight
Director:
Christopher Nolan
Año: 2008