(Este comentario no contiene Spoiler)
La La Land es un musical que nos cuenta la historia
de amor de dos personas que tienen
sueños muy distintos uno del otro; ella quiere ser actriz y él, mantener vivo
el espíritu del jazz.
La película
visualmente es preciosa, llena de colores y de diseños mágicos, con
grandes metáforas gráficas sobre el
amor, todo ello acompañado de una banda sonora pegajosa, fresca y alegre. La
escenografía contiene un montón de detalles que nos llama la atención, parece
ser que cada escena habla por sí sola, incluso más que el guion.
Emma Stone y
Ryan Gosling son adorables, se
complementan de una manera única y a su vez lo hacen sus personajes, ella
actriz y él, músico, juntos arman este musical al más puro estilo de los
grandes de la antigua era del cine. La historia de amor que nos relatan está
llena de flores, corazones y fuegos artificiales. Pareciera que esa unión es
inquebrantable, porque nos demuestra un amor puro, eterno, verdadero, destinado
por los dioses, de esos que emocionan.
La La Land,
es casi perfecta; una historia querible y sencilla, con personajes adorables,
una producción gigantesca, una dirección espectacular y la música tremendamente
contagiosa, de las que dan ganas de bailar después de salir del cine, una cinta
mágica… pero.
Personalmente algo se siente extraño con esta
película, cada cuadro, cada canción, cada parte de la historia y el guion se
sienten calculados para dejar un buen sabor. Es perfecta en el sentido
mecánico, todo funciona demasiado bien y ahí está mi conflicto.
Los detalles
de los protagonistas están enfocados para agradar, no solo al público, sino a
la crítica.
(Según una investigación que realizó Los Ángeles
Times, a raíz del secretismo sobre la identidad de los miembros de la Academia
de Artes y Ciencias Cinematográficas, quienes entregan los premios Óscar,
revela que: sólo un 2% de los miembros tienen menos de 40 años y el 54% de los
votantes superan los 60 años).
Emma Stone
interpreta a una hermosa joven que trabaja de barista en el interior del
Estudio Universal, que vive diariamente entre medio de filmaciones de
películas, actrices rondando, directores gritando a viva voz, vive en el
“detrás de cámaras”. Además, ella creció, no con el Hollywood ochentero o
noventero (como debería ser, según su generación), sino con el clásico. A pesar
que la cinta está ambientada en la época actual. Esto recuerda a la película
The Artist (2011), que fue alabada por
la crítica, que, además ganó el Óscar a Mejor Película, cinta que se enfoca en
el cine mudo, que además contenía una historia de amor, un homenaje al cine,
una intención parecida a La La Land.
Por otro
lado, Ryan Gosling es un joven que convive diariamente con la frustración de
ver cómo muere el Jazz, su sueño es revivirlo, masificar, demostrar al mundo lo
grandioso que es, y su medio es el la música misma, el piano como instrumento
para transmitir sus sentimientos a todos. Es su personaje que agrega la pasión
por la música y un pesimismo que choca con el optimismo del personaje de Emma,
aquí es donde ambos conceptos se fusionan en una historia de amor y nace el
musical, homenajeando constantemente al cine (Mía) y la música (Sebastan), al
baile, los musicales (Dancing in the Rain, 1952). Rememoran una generación que
se enamoraba en el cine. que salía a la calle a buscar el mundo y no lo
encontraba pulsando las teclas de sus smartphones.
Con todo lo anterior quiero decir que, artificial o
naturalmente, La La Land se sustenta por sí sola en la crítica especializada,
enfocada en una nostalgia, contextualizada en una época llena de cintas de
parodias, explosiones sin sentido, terror barato y otras que intentan escapar
de lo convencional del cine, intentando transformarlo, incluso en la sala de
proyección como son las salas: 3D, 4DX, Premium Class, XD, macro XE 3D, etc.
Quizás,
La La Land tiene la intención de agradar a los especializados, a ellos de
avanzada edad que vivieron una generación de nacimiento y crecimiento del cine,
pero, también es agradable para el público general, para todos nosotros. La
película, tiene una vitalidad tremenda, un final exacto, un sabor de boca que
después de días de haberla visto, recordamos con cariño y dulzura.
Título: La La Land
Director y escritor: Damien Chazelle
Protagonistas: Ryan Gosling, Emma Stone
Música compuesta por: Justin Hurwitz
Año: 2016
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