Si Buscando a Nemo nos llevaba a superar nuestras limitaciones, Buscando a Dory también. Claro, es raro, sin embargo, funciona desde su personaje principal, porque: ¿Quién no puede adorar a la tierna Dory de pequeña?
Dory de niña (Awww) |
Dejando de lado ese vil recurso, Buscando a Nemo nos hablaba de superar las limitaciones físicas, en torno a la superación, además de la unión de la amistad y la familia. Buscando a Dory viene a reafirmar esa premisa y fortalecerla proponiendo como familia a las personas que constantemente están con nosotros, se preocupan por uno y nos ayudan cuando más estamos vulnerables. Porque gracias a ellos nos vamos haciendo más fuertes, podemos crear gratos recuerdos en comunidad y esos recuerdos podemos utilizarlos más adelante para salir de diversos apuros que la vida nos vaya presentando, porque así es la vida y así es la sociedad. Las amistades a lo largo de todo nuestro crecimiento se van uniendo a nuestras vidas, aprendemos juntos, esos recuerdos nunca se olvidan, ¿Cierto Dory?
Buscando a Dory es una hermosa fábula que nos hace reír y emocionarnos, llena de aventura y desventuras, una bella odisea en busca de la verdadera familia, además nos lleva a nuestra niñez y reírnos de imposibles que sólo en nuestra infancia podríamos pensarlo real.
Como fan de Pixar no voy a entrar en detalles si es la mejor o la peor, lo que sí puedo opinar es que esta película es una muy buena secuela y no está demás, al contrario, viene a complementar la historia de la primera, porque la vida no tiene finales, sino ciclos y cuando las personas o los personajes nos encantan, queremos saber más de ellos.
Título original: Finding Dory
Año: 2016
Dirección: Andrew Stanton
Producida por Pixar.
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