Hay una consigna clara y concreta… “llevar consigo siempre
los tesoros de infancia” aquello que cimento sin saberlo los gustos presentes más
predilectos. Fundamentar mi gusto por el cine, es como el fútbol, es
simplemente cuestión de crianza, sin grandilocuencias intelectuales ni explicaciones
mágicas. Ver películas era una de las cosas que uno podía hacer sin costo cuando
uno era niño y sobre todo aquellas de mitad de la tarde, que se podían repetir 3
veces al año aproximadamente, aunque nunca al nivel de las de Cantinflas que es
tema aparte.
Recordar las películas de Bud Spencer (Carlo
Perdesoli) y Terence Hill (Mario Girotti) hace justamente honor a esa parte de
mi infancia. Las tramas eran casi las mismas, dos personajes que por alguna
razón se juntaban para “agarrarse a combos” con los “malos” de turno, que podían
ser desde un terrateniente del viejo oeste en “Lo seguían Llamando Trinidad (1971)”; pasando por una banda mafiosa
italiana en “Y si no, Nos enfadamos” o mas conocida en Latino-América como “Juntos son Dinamita” (1974); hasta una grupo-terrorista de Miami en “Dos locos con Suerte (1983)”.
Hay una escena tipo que se repetía en casi todas
las películas, ambos personajes estando en un bar o un restaurant de “medio
pelo” se ven involucrados en una pelea contra un grupo siempre numeroso. De
estas escenas puedo hablar de dos en particular:
Una que se da en “Dos Súper-Policías” (1976) donde
ambos personajes se hacen pasar por un cojo (Terence Hill) y por un sordo mudo
(Bud Spencer) ante la llegada de una pandilla dispuesta a destrozar el local
donde se encuentran…
La otra es cuando en el principio de la película “Juntos
son Dinamita” en plena competencia de quien come más salchichas y bebe más
cervezas, un grupo de mafiosos empieza a destrozar el local donde se encuentran,
sin que ellos se inquieten hasta el momento en que los mafiosos se meten
justamente con el premio de la apuesta…
Ambas escenas son sellos genuinos de todas las películas
de los italianos Mario Girotti y Carlo Perdesoli hoy fallecido a los 86 años de
edad. Este pequeño escrito es un homenaje a su trabajo cinematográfico de largo
aliento, que el mismo alguna vez dijo que fue hecho y desarrollado principalmente
en base al valor que el público le dio.
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