Cuando terminas de ver una película y ves hasta los créditos, luego sientes que el silencio te inunda y parece ser que el vacío se apoderó de ti, la belleza de este cine te salva, como una burbuja que te cubre y te protege de todo. No quiero exagerar, pero Wolf Children, es por lejos la película más bella que he visto.
Luego nos relata la infancia de estos dos niños que nacieron fruto del amor, estos niños son hombres lobos, en un mundo donde esto parecía ser sólo un mito, aquí es donde comienza la problemática, las dudas de la madre en recurrir a un veterinario o a un pediatra, en no poder enviarlos a la escuela, ocultarlos de la sociedad, alimentarlos sin tener ingresos, todo un caos que nos preocupa y nos sumerge en la historia, ya aquí estamos enamorados y nos olvidamos de las dos horas de metraje.
Los niños comienzan a crecer y se dan cuenta que hay más mundo fuera de su casa, creen en ser partes de la sociedad a pesar de la preocupación de su madre, ellos salen a la aventura, ambos niños toman decisiones diferentes, uno vivir como lobo y el otro como humano, los caminos se cruzan y separan, identificar lo que somos y vivir respecto a eso, somos lo que queremos ser.
Desde el primer momento esta cinta nos cautiva por su fotografía, lo interesante de su narración, los trazos de la animación simple y detallista. Por la calidez de sus personajes, por la tierna inocencia de la infancia, por la perseverancia, el descubrimiento interior, por la solidaridad, por la libertad de vivir. En un momento el padre ve a su recién nacida hija y piensa en que ella podría ser doctora, panadera, lo que ella quiera ser.
Un salud por Wolf Children y por la vida.
Título: “Wolf Children”, “Ōkami Kodomo no Ame to Yuki”, “Los niños Lobo Ame y Yuki”.
Director: Mamoru Hosoda
Música compuesta por: Takagi Masakatsu
Historia creada por: Mamoru Hosoda
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