[CINE] Black Swan & Whiplash. La Violencia en la Construcción de lo Bello.

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“El sujeto de rendimiento está libre de un dominio externo que lo obligue a trabajar o incluso lo explote. Es dueño y soberano de sí mismo. De esta manera, no está sometido a nadie, mejor dicho, solo a sí mismo.”
“La Sociedad del Cansancio.” Byung-Chul Han 

   Alguna vez, después de ver la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijín 2008, escuche algo que hasta ahora recuerdo… “pensar que aquello tan bello y armónicamente ejecutado, lleva consigo siglos y siglos de disciplinamiento”. Es claro lo que vimos en ese momento fue fruto de una conducta tan eficazmente desarrollada, que solo pudo ser desarrollada gracias a un tiempo muy amplio de violencia constante, concreta y cotidiana. Hay una violencia, o más bien formas (violentas) que se naturalizan, y a la vez normalizan, es decir formas que se ejecutan y construyen en el tiempo hasta transformarse en gestos, movimientos, formas, conductas, etc. Una violencia que con el tiempo dejo de violentar. En el caso de la inauguración de los Juegos Olímpicos, esos siglos de violencia paradójicamente, fueron parte necesaria para la creación de lo que maravillo estéticamente al mundo en ese 8 de agosto del 2008. Ahora bien, lo que se da en las películas Black Swan (El Cisne Negro. 201o) y la más reciente Whiplash (2014) es algo parecido a ese proceso de normalización en China, la diferencia es que la violencia física y psicológica expuesta en ambas películas literalmente nunca dejan de manifestarse.


    En el caso de Black Swan vemos a Nina Sayers (Natalie Portman), una joven bailarina de una prestigiosa compañía de ballet de Nueva York la cual está preparando la obra lago de los cisnes. Ella debe lidiar entre su evidente talento, pero su falta de carácter y de pasión para poder interpretar el papel principal correctamente, lo que conlleva consigo una evidente degradación de su salud física y mental. Por otro lado, en Whiplash, Andrew Neiman (Miles Teller) es un joven baterista que llega a estudiar al conservatorio de música Shaffer de Nueva York, el cual es considerado el mejor del país. En ese lugar empieza a tener una feroz carrera por alcanzar a ser el mejor de todos, lo que lleva consigo una tensa relación con el profesor Terence Fletcher interpretado brillantemente por un J. K. Simmons y un proceso continuo de elecciones personales, todo marcado al ritmo frenético ejecutado de sus manos… adoloridas y ensangrentadas.




Ambos protagonistas tienen una obsesión por su arte, o en sus casos por la danza y por la batería, que llegan a hacerlos atentar contra sí mismos para ser perfectos. Obviamente son sus cuerpos y sus consciencias los que reciben constantemente el castigo. En estos casos, el cuerpo y la mente del individuo sigue siendo el lugar de registro de la violencia, pero ya no una violencia únicamente efectuada de parte de otro(s), sino también de sí y contra sí mismo. A diferencia de lo que se dio, en la historia de China, que fue un largo y violento proceso de normalización de la conducta, en Black Swan y Whiplash, ese proceso de normalización se acelera, se sintetiza (por decirlo de alguna manera) a tal nivel, que ciertamente el disciplinamiento de los protagonistas ya no es precisamente un proceso, a la manera de una normalización, es decir algo que transcurre por etapas y donde pasando cierto tiempo, ya no se precisa de violencia directa; sino que es una disciplina radical que pretende maximizar las capacidades del cuerpo y de la mente. Aunque esto ultimo implique continuamente su misma degeneración y desgaste, incluso estar a merced de una latente posibilidad de autodestrucción física y psicológica definitivas. De todo esto, es que el arte o lo estético, en muchos casos, tiene un trasfondo mucho más allá de la mera creación, pues siendo también un producto de lo humano, responde a procesos de producción marcados por crisis, alteraciones, discontinuidades, errores, etc. Y en casos como los de Black Swan y Whiplash, incluso es el dolor y el (auto)castigo los que se vuelven fundamentales para el proceso de la creación artística y de la producción de lo sublime.

Fichas Técnicas.

Título: Black Swan.
Año: 2010.
Dirección: Darren Aronofsky.

Título: Whiplash.
Año: 2014.
Dirección: Damien Chazelle.



Fuga de Sueños

Creador

NarraMetrajes

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