“Simplemente
nos reíamos de nuestra condición. La única manera de sobrevivir no era decirnos
¡Oh somos víctimas de esto! Sino que transformar nuestra misma situación en un
cruel chiste negro.”
En
una de esas búsquedas de las últimas películas subidas a Pelispedia (valga la
publicidad gratuita) encontré una donde actuaban juntos Benicio del Toro y
Tim Robbins. Obviamente la quise ver, haciendo caso a mi sentir ultra-amateur de
cinéfilo, ya que ve películas por los actores que la protagonizan. El título del
film era “A Perfect Day”, lo que en principio, ya me daba ciertas luces de cómo
iba a ser llevada narrativamente la historia. Siendo no precisamente una película
bélica, a la manera del cine tradicional, puesto que narra muy bien lo que (sobrelleva
consigo una guerra. Olvídense de los conflictos habituales, las bombas, los
tiroteos, los cadáveres (no del todo) y todo lo que el cine bélico y mucho cine
documental, nos ha hecho limitarnos a creer que es una guerra. Aquí lo que se
deja vislumbrar es aquello que las mismas balas no nos dejan ver, la
cotidianidad misma del estado de guerra.
Un
lugar de los Balcanes, año 1995, ese es el contexto en el cual se desarrolla la
historia de los personajes. Mambrú (Benicio del Toro) pertenece a una ONG que
ayuda a resolver problemas sanitarios de la población yugoslava en periodo de
guerra. Un cuerpo de un hombre es encontrado en un pozo y es necesario sacarlo,
para que la población asentada en ese lugar pueda abastecerse de la única
fuente de agua de la zona. Todo indicaría que Mambrú se deberá enfrentar a un
gran problema desembocado con el pasar de la historia, pero el problema llega
más rápido de lo que uno espera. Mambrú deberá tratar de buscar una solución
con la ayuda de sus compañeros B (Tim Robbins) y la aún novata Sophie (Mélanie
Thierry) que sutilmente son presentados arriba de un auto escuchando música a
todo volumen, guiño irónicamente hecho en contra, a mi entender, de la
narrativa heroica-catastrófica hollywoodense y que sigue apareciendo a lo largo
de la historia.
De
ahí en adelante la película desemboca en la búsqueda de una solución que los
llevara a encontrase con diversos personajes, a recorrer, retroceder y
descubrir laberínticamente diversos caminos, y tropezarse con distintos
obstáculos. Todo este andar cinematográfico nos llevara a ver la cara más
concreta de la guerra, la que no responde ni a la tragedia, ni al heroísmo, ni
a la injusticia, ni al horror, conceptos y abordajes narrativos e
intelectuales, que por mucho tiempo más que brindarnos la nitidez necesaria
para comprender la realidad de una guerra, solo nos han sembrado, por decirlo
de alguna manera, los árboles que nos han impedido ver parte del bosque.
Antes de finalizar, me quedo con algo del principio de la
película, Damir (Fedja Stukan) el
personaje serbio y que hace de traductor de los protagonistas, y que a los
protagonistas acompaña en la mayoría de su viaje, dice lo siguiente ante la
sorpresa de Mambrú que pregunta ¿A esos qué les pasa? ¿por qué se ríen? al oír
la risa de un grupo de pobladores de una aldea… Damir responde naturalmente… “Aquí
los bebes nacen riendo, no llorando. Aquí nos conocen por nuestro yogur y por
nuestro sentido del humor”. Cuando oí esto, recordé una anécdota contada por el
pensador sloveno Slavoj Zizek. La anécdota es la siguiente, Zizek estando en
una conferencia sobre Hitchkock en Estados Unidos en el año 1992 es interpelado
por una persona del público que le reprocha estar ahí hablando sobre cine,
mientras su gente y su país Yugoslavia, se está incendiando. La respuesta, en palabras
del mismo Zizek fue explosiva… "¡Entonces tu puedes reírte (incluso de mi
situación*), yo no puedo! ¡A mí solo se me permite hablar de mi sufrimiento y
reportarme como víctima!!!” El punto es claro, antes que todo, la víctima no es
víctima antes es persona, y si su decisión es No abandonarse al dolor, no
declamar sobre ello y ante la misma angustia y su pobre contexto, su única salida
y resistencia es (incluso) reir…
Título:
A Perfect Day (Un día Perfecto)
Año:
2015.
Dirección:
Fernando León de Aranoa
Basada
en la Novela “Dejarse Llover” de Paula Farías.
0 comentarios:
Publicar un comentario