Cuando inició la película, me sumergí inmediatamente en la intriga, que en cada cuadro comenzaba a armarse. Todo eso me mantuvo atento y concentrado hasta que la música de los créditos terminó. Una hora y cuarenta y ocho minutos de vida ganada.
La película tiene como protagonista a Caleb, el programador estrella de una gran compañía de tecnología, el cual es seleccionado para pasar una semana en la casa del genio y multimillonario Nathan, quien además es su jefe. Allí Nathan le propone que evalúe su proyecto, la inteligencia artificial de un androide llamado Ava (Alicia Vikander). Cuando Caleb comienza con la evaluación, es ahí donde se lleva una gran sorpresa.
La película está dividida en siete días, uno para cada evaluación y al igual que la Comedia de Dante, los personajes se van hundiendo en cada círculo del infierno a medida que pasan los días. Los pecados humanos salen a flote, chocan con los protagonistas y el villano se hace notar, las dudas afloran, la traición se hace presente; el amor, la injusticia y el suspenso que se arma, es una olla a presión que disfrutamos, porque sabemos que en el final de la película todo va a explotar, y si la película avanza a tal ritmo, el desenlace será lo que un público merece.
El dilema ético en esta película no tiene cabida, porque sería el menor de los conflictos. El hombre como dios creador y los creados queriendo ser dioses. El trío protagónico juega con eso a tal extremo que nos perdemos al intentar identificar quién tiene las riendas del juego, y en giros vertiginosos la manipulación se va haciendo cada vez más sutil.
Ex Machina destaca por muchos aspectos, incluida sus actuaciones, efectos especiales, la trama y la forma en que se narra la historia, pero es el guion el que merece aplausos. Sin duda una película que hay que ver, porque una vez más la ciencia ficción tiene un muy buen producto.
Título: Ex Machina
Director: Alex Garland
Año: 2015
La película está disponible en DVD, Blu-ray y Blockbuster.
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